Niños, custodia y educadores voluntarios

 

solitosActualmente son muchos los niños cuyos padres están separados y situaciones cotidianas como «luego te recoge papá», «luego te recoge la abuela» u «hoy te vas con la madre de Pablo» pueden suponer algunos problemas si no prestamos atención a algunos detalles.

Centros educativos y organizaciones educativas tienen que lidiar con esto a diario pero conviene recordar que en el caso de los educadores voluntarios, como los scouters,  ellos ya emplean innumerables horas semanales formándose, preparando sus programas educativos, evaluando la progresión de cada niño… para que cuando llegue el momento de realizar la actividad en concreto todo salga bien y se aproveche al máximo el tiempo que pasan juntos.

Hasta ahí todos contentos: los educadores se sienten satisfechos por el trabajo realizado y agradecen la confianza de los padres al dejarles a cargo de lo que más quieren: sus hijos. 

Sin embargo estos educadores, por muy voluntarios y muy altruistas que sean, también tienen una vida más allá de su compromiso semanal y a menudo se ven forzados a actuar más allá de su compromiso y envueltos en problemas que no les competen: disputas entre padres por quién debía recoger a quién, quedarse con niños durante horas esperando a que les recojan e incluso, en el peor de los casos, denuncias por parte de los padres contra los educadores por haber permitido que se fueran los niños con el progenitor/tutor a quien no le correspondía la custodia en ese momento.

También se han dado casos de jóvenes que han engañado a alguno de sus progenitores indicando que se iban de acampada, cuando en realidad no lo hacían, y en ese caso también acabaron «salpicados» los educadores voluntarios teniendo que acudir a juicios y a vivir situaciones realmente desagradables.

Sabemos que estas situaciones son difíciles pero lo que no podemos permitir es que lo acaben pagando, incluso penalmente, unos educadores voluntarios que dedican su tiempo libre a aportar su granito de arena en la educación de los hijos de otros.

Y es que cuando todo va bien todos somos muy amigos y todo el mundo es muy simpático pero cuando surgen problemas no se sabe cómo puede reaccionar la gente con la que tratamos, por eso es importante tenerlo todo atado legalmente y proteger a nuestros voluntarios.

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Así que es crucial tener claro a quién compete la custodia de cada uno de nuestros educandos en cada momento y un documento como este, inspirado en el encontrado en esta web de MSC, puede resultar bastante útil, dentro del arsenal de documentación con el que ya cuentan las secretarías de grupo, para ejercer una labor didáctica organizada, productiva y con todos los agentes de la acción educativa legalmente protegidos para evitar «problemas» por dejarnos algún detalle.

CustodiaDelMenor

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