¿Hay mejor motivación que esta?

Este año en la manada recibimos a un niño que había pasado toda su vida en un centro de acogida en Ucrania, fue adoptado hace 2 años y ese es el tiempo que lleva en nuestro país.

Todos sabemos lo difícil que suele ser para estos niños la relación con los demás, su falta de habilidades sociales, problemas de idiomas y expresión,  unido al «sentirse diferente» le llevaba a no saber relacionarse con los niños de su edad, aunque sí lo hacía con los adultos.  Las peleas, enfrentamientos, mentiras e insultos eran constantes en su comportamiento.

El típico niño cuyo nombre no dejas de pronunciar, gritar y nombrar en todos los consejos y evaluaciones 🙂

¿Qué hemos podido hacer por el en este año? 

Pues bien, la falta de continuidad en la asistencia suele ser un factor que juega en nuestra contra en estos casos, dado que nuestro método educativo trabaja aspectos tan profundos del «yo» , la convivencia y el día a día son cruciales y durante el año no pudo ser así por unas razones u otras…

Es por eso que el campamento de verano se presentó como la mejor oportunidad para dejar que la magia del escultismo calase en él…

Al principio le costó, intentó hacerlo a su manera pero tras unos días el ambiente fantástico de la manada y la vida en un campamento scout hicieron mella en él y terminó siendo un ejemplo para todos.

Hoy su madre nos cuenta agradecida que no sabe qué hemos hecho con él, pero que ha vuelto totalmente cambiado y que ahora mete en conversaciones máximas de Baloo y no duda en recordarle a su madre que «el lobato dice la verdad aunque le cueste»

Gracias D.   por recordarnos por qué seguimos en esto… si conseguimos cosas así habremos conseguido que funcione, que de verdad funcione y los viejos lobos podremos descansar tranquilos…

 

   Javi (Akela G.S. San Rafael)
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