Gomets: Etiquetas para No Educar.
Si estás leyendo esto seguramente habrás hecho clic en el titular pensando «¿pero qué tontería es esta?, si a mí me funcionan estupendamente!» o que hayas llegado porque alguien te pasó el enlace y te llamó la atención, en cualquier caso seguramente tengas alguna relación con el mundo educativo y esa es la verdadera motivación (luego hablaremos de esto) por la que ahora mismo estás aquí.
Y aprovechando que lo estás, y si te quedas, me gustaría compartir contigo por qué pienso que los gomets «deseducan», pero empecemos por el principio:
¿Qué es un gomet?
La palabra «gomet» propiamente dicha viene del francés «gommette» (goma) y se usa principalmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana para referirse a esas etiquetas adhesivas de tan extendido uso en educación infantil y primaria, pero la palabra en sí no existe (mal empezamos si es un elemento que queremos usar en educación).
Dejando la etimología a un lado nos encontramos con que hay etiquetas adhesivas rectangulares, circulares, con forma de estrella y con todas las formas y mensajes posibles.
¿Para qué se utilizan en educación?
Además de para manualidades y diversos trabajos, generalmente se utilizan los gomets como parte de una estrategia en la que cuando un alumno actúa como queremos se le da un gomet, es decir: una recompensa.
Esta forma de recompensar viene de B.F. Skinner, que fue un psicólogo que realizó la mayoría de sus experimentos con perros, ratas y palomas y que luego escribió muchos libros sobre personas que facultades de educación, educadores y maestros han tomado como base de su práctica diaria (aunque cada vez menos).
En la práctica el «gomet» es una pegatina de un color muy visible, que le recuerda al niño que ha superado la tarea propuesta, y es visible tanto por él como por sus compañeros, con los que se compara.
Hay gomets personalizados con «el mejor de la clase», «el más rápido»… que redundan en esta idea de compararse con sus compañeros.
¿Funcionan?
Pues:
- Si lo que pretendemos únicamente es que el niño que no realiza sus tareas porque no está motivado, las realice: puede funcionarnos.
- Si lo que pretendemos es que el niño se esfuerce por ser mejor que sus compañeros…puede funcionarnos.
Pero si lo que pretendemos es que el niño adquiera gusto por lo que está haciendo, respondiendo a su interés y encontrándose con ese placer natural que sienten los niños al aprender algo, y que ya expliqué en mi post sobre los 10 factores que desmotivan a los niños, pues entonces tengo que decir que, en mi opinión, NO FUNCIONA.
Esto es uno de los factores principales que tanto envidiamos de otros sistemas educativos y que aquí parece que nos sigue costando entender y seguimos recurriendo a estrategias de motivación de la edad de piedra y modelos arcaicos como la economía de fichas y otros (mátenme maestras :P)
¿Qué tienen de malo si consiguen que lo haga?
La zanahoria y «El efecto Forrest Gump».
Veamos, cuando alguien no hace algo suele ser porque:
- No sabe hacerlo (lo cual tiene fácil solución: enseñarle)
- No está motivado para ello.
En este último entran todos los tipos de motivación aunque en infantil y primaria los más importantes son los factores intrínsecos… los que vienen de dentro, los que les mueven a hacer cosas instintivamente y que al experimentarlo producen placer y motivan la repetición.
Pero el modelo de gomets concibe a la motivación como una forma de cambiar la conducta y en ese sentido acaba siendo igual de controlador-motivador que un castigo.
Es algo externo y por tanto el niño siempre se siente controlado tanto si consigue la recompensa como si no.
Lo malo de buscar la motivación en compararse con sus compañeros es que tiramos por tierra la colaboración y el trabajo en equipo (importantes estimuladores del aprendizaje)… sus compañeros pasan a ser «contrincantes» «tengo más gomets que tú» y en esto intervienen muchos sentimientos, la mayoría negativos (no hay sentimientos malos pero sí negativos).
¿Por qué negativos? pues porque todos pasan a ser un obstáculo para su éxito personal.
En lo que un niño debería esforzarse es en ser mejor de lo que era el día anterior pero sin compararse con nadie.
Esto se trabaja mucho en metodologías como la de los scouts, donde cualquier pequeño avance en la progresión personal es un motivo de alegría para todo el grupo, sin rivalidad, con compañerismo y adquiriendo nuevos retos centrados en su interés (modelo finlandés, coreano, montessori, scout…)
El Efecto Forrest Gump
He llamado así (en realidad me he topado hoy con esta foto para ilustrar y me ha venido al pelo 😉 ) a la situación que se produce cuando alguien comienza a realizar algo sin una motivación interior sino por recibir estímulos externos que les animan a seguir comportándose así (la gente que le seguía, los medios de comunicación… aunque nadie sabía por qué corría, ni él mismo.) hasta que llega un momento en que la recompensa no aparece, no es lo suficientemente atractiva y entonces esa persona se encuentra perdida al no obtener placer ni sentido en lo que hace y decide «irse a casa».
¿Por qué digo que «no educan»?
En educación no tiene sentido la comparación entre iguales porque no existe eso de «iguales».
Cuando un niño trabaja por una recompensa su objetivo no es hacer bien el trabajo, sino conseguir la recompensa.
El trabajo que le hemos propuesto pasa entonces a ser el obstáculo entre él y la recompensa.
No pondrá por tanto todo su empeño ni se involucrará personalmente y con todo su ser en aquello que está haciendo, hará lo justo y lo mínimo exigido para obtener la recompensa. ¿A qué nos suena esto?
Dicho de otro modo: «Haz esto y conseguirás aquello» hace que se centren en el aquello, no en el esto, y eso tiene muy poco que ver con la educación.
¿Qué es lo peor?
Lo peor es que a las recompensas les dan igual los motivos, y si funcionan pueden hacer que nos olvidemos de responder a las necesidades del niño y ese, y no otro, debería ser el trabajo de un maestro.
«No necesito saber por qué mi alumno no está motivado, todo lo que debo hacer es sobornarles o amenazarles de la mejor manera para que realicen la tarea»… ERROR
Muy bien Javi pero entonces ¿qué propones?
Pues que vivas y sientas lo que haces con ellos mirándoles a los ojos de verdad y te dejes de pegatinas:
- Propongo que construyas relaciones de afecto y confianza con tus alumnos,
- Que les conozcas a fondo (esto requiere muuucho, muuucho tiempo)
- Que cambies todo 1000 veces si hace falta pero que respondas a lo que necesitan.
- Que dediques tiempo a analizar esa sensación fantástica que sienten al aprender algo por ellos mismos.
- Transmíteles que te crees todo lo que haces y que lo que les enseñas lo vives con pasión. No enseñes cosas que no te creas, NUNCA.
- Que dediques tiempo a que ellos sepan lo que significa PARA TÍ y para SUS PADRES que ellos se esfuercen
- Que les reconozcas los logros, por pequeños que parezcan, pero no hace falta que sea delante de toda la clase siempre, unos minutos dedicados a ellos en privado pueden ser mucho más útiles.
- Pero sobretodo que sepan que son importantes para ti y que el hecho de que trabajen y aprendan te hace feliz.
Si trabajaste bien el construir la relación eso hará que ellos también se sientan felices, se «cierre el círculo» y quieran más y más.
-Choque de Realidad-
-«Muy bien pero es que a mi el director y sus padres me piden que les enseñe cientos de trabajos y fichas que han hecho en clase para poder compararse con otros padres y otros colegios y no tengo tiempo para hacer nada de eso».
-«¿De verdad? pues… qué pena ¿y qué te dan si lo consigues? ¿un gomet? »
😉
Se han hecho eco de esta noticia también en Innovateducacio.cat y me han escrito de varios centros educativos en donde lo han colgado en su tablón de anuncios, también le ha gustado a Yolanda Pizarro ,concejala de educación de valdemoro… casualmente seguida por varios scouts amigos míos y la verdad es que no esperaba tanto bombo con los gomets… se ve que muchos docentes, y no docentes los usan…y da gusto cuando se comenta e interviene con apertura de mente y ganas de avanzar.
Muchas felicidades por el artículo y por el blog.
Lo de las recompensas no lo he entendido nunca, ni en la escuela ni en casa. Además en mi opinión es un círculo vicioso. Al final todo se hace con el fin de recibir un pequeño premio por haberse portado bien, por haberse terminado la comida, por no haber pegado al hermano o lo que sea. Y lo peor de todo es que cuando los adultos se dan cuenta ya es muy difícil de cambiar las costumbres del niño que está acostumbrado que le premien por cualquier cosa que hace. Y si es demasiado tarde…luego se les promete una moto o un ordenador si aprueban el curso en el instituto.
Totalmente de acuerdo contigo. Hace unos años Jose Miguel Castro (http://www.alaya.es/2012/01/29/jugar-vivir-aprender-la-deriva-personal/) me enseñó a valorar lo que hace el alumno simplemente por lo que hace. En el aula he tenido que lidiar con niños que esperan ver una cara divertida en su trabajo porque lo han hecho bien… Y también es una lucha contra la sociedad en general.
¿Y por qué se empeñan entonces en ponerles gomets? Eso en infantil.. Y en primaria, el dichoso Class Dojo, que es el mismo sistema… Sólo piensan en él. No se si mis hijas disfrutan aprendiendo. Sólo se que ellas quieren conseguir estrellas, gomets o lo que toque
No estoy del todo de acuerdo… creo que el problema no es de los «gomets» como estrategia, sino de la forma en la que son utilizados. Se puede utilizar esta estrategia pero sin olvidar la labor que requiere el desarrollo socioemocional en el cuál se debe incidir de forma transversal. Es innegable que los actos,tengan consecuencias, sin embargo no debemos relacionar las consecuencias negativas con un castigo. Debemos partir de la idea de que nadie es perfecto y promover, en primer lugar, el respeto y la tolerancia haciendo evidentes nuestros errores y aceptándolos naturalmente, así como nuestras virtudes. Creo que lo que planteas es muy enriquecedor y no es incompatible con el uso de «gomets».
Los gomets no educan ni dejan de educar. Sólo són una herramienta de múltiples usos. La estratègia depende de ti como docente.
Soy maestra de Ed Infantil y no negaré haberlos utilizado alguna vez como recompensa, pero tal vez sea el uso que menos le doy. Van genial para trabajar colores, formas y tamaños, para hacer clasificaciones y seriaciones…
Aunque entiendo tu razonamiento sobre la motivación y las comparaciones no comparto tu opinión.
No sé, tal vez soy muy pro-gomet.
Acabo de empezar la practica como docente en ed preescolar y me siento muy confudida al respecto, he probado varias tecnicas para motivar a los niños y es cierto los stickers (aqui asi se les llama) no funcionan, pero entonces que otra tecnica podria utilizar en lugar de?
Me ha gustado leer el articulo y yo no puedo opinar como profesional; solo como madre de una niña ( ahora) chica que nunca pudo tener la recompensa de un gomet; ni por terminar la primera ; ni por haverlo hecho mejor… ( su problema es falta de capacidad)
Cada dia llegaba con menos ganas de ir a clase al dia siguiente; no entendia porque si ella tambien hacia el trabajo (mas lenta eso si) porque no podia tener uno!!!
Mas retos imposibles!!!
Soy maestra de educacion infantil en Cataluña. Y te aseguro que en la mayoria de centros educativos no utilizamos los gomets como recompensas. Los gomets son un material más en el aula. Y muy útiles para trabajar conceptos matematicos. Ademas de trabajar la motricidad, algo MUY importante en infantil. Asi que los gomets SI educan y mucho!
… Acaso los adultos no trabajamos por conseguir nuestros gomets (lease sueldo), en caso de que nuestro trabajo no nos motive?? Acaso un refuerzo social (que bien lo has hecho! Te felicito!) sea en privado o no, no es tambien un gomet?? Son todos reforzadores externos, llamense gomets, sueldo, primas por cumplimiento de objetivos, regalo final al haber guardado los cupones de un periodico que implicaba comprar dicho periodico o felicitacion… Son muchos los ejemplos de «gomets» de la vida cotidiana, por no decir la evitacion de las multas de tráfico… Otro «gomet», en este caso algo como «gomet rojo no, por favor».
Que es ideal partir de las motivaciones intrinsecas? Por supuesto! Pero no siempre es posible! Como me voy a motivar a planchar si lo odio? Por la recompensa de que luego estará la ropa bien lisa? (Otro gomet)
Lo siento pero no estoy de acuerdo contigo…
Si bien he leido tu articulo en diagonal, no me ha parecido que hicieras mencion al refuerzo intermitente (principio por el cual se mantienen las adicciones, al juego, por ejemplo, al margen de que en el caso de las adicciones tambien hay un componente de predisposicion biologica) y a su progresiva desaparicion de cara a cuando el aprendizaje esta instaurado ni a que cada persona tiene sus propias motivaciones, quiero decir gomets.
No olvides que la felicitacion es un gomet tambien!! Social pero al fin y al cabo un refuerzo positivo.
No utilices los gomets si no te funcionan pero puedes usarlos si a un niño le funcionan, o usar distintas estrategias para cada niño. O si lo que te preocupa es la cooperacion puedes hacer una economia de fichas colectiva para toda la clase.
Y si, soy psicóloga infantojuvenil cognitivo-conductual, que utiliza economías de fichas, contratos conductuales, reforzadores… con niños diagnosticados de TEA (autismo). Por cierto, enfoque terapéutico que ha demostrado más evidencia científica en sus resultados en el tratamiento del TEA…
Quiza el problema esta en entender la educacion bajo otro prisma…
Muchas gracias por leer mi artículo, aunque al haberlo hecho «en diagonal» posiblemente no hayas entendido el trasfondo de mi postura.
Los adultos que trabajan, según me comentas, para conseguir «gomets» son aquellos de los que suele hablar Ken Robinson y que no han encontrado su pasión en la vida, por lo tanto necesitan motivadores extrínsecos para seguir viviendo, trabajando… esas vidas a mí me parecen muy desdichadas, y sinceramente…llevo toda la vida en el mundo educativo para aportar mi granito de arena y conseguir que no haya más gente así.
Sin embargo agradezco tu crítica, y efectivamente… la psicología de la que me hablas, suele estar enfocada a solventar problemas de conducta o para el trabajo con austistas, pero eso no tiene nada que ver con la educación estratégica a largo plazo, que es de lo que yo hablo en mi artículo.
Que «al niño le funcionan» puede solventar un problema de conducta, pero no tiene nada que ver con educar ni aprender a aprender, ser felices…de verdad te recomiendo que leas mi artículo entero y sinceramente comenzar una crítica diciendo que no te has molestado en leer lo que criticas para posteriormente criticar mis conocimientos haciendo referencia a tus titulaciones no creo que sea la mejor manera, pero te lo agradezco de todas formas.
Un saludo.
¡Me alegro de haber llegado a este blog! Me ha gustado tu entrada, siempre estoy dispuesto a escuchar otras opiniones y voy a intentar pensar de forma más analitica sobre esta entrada… Pensaré y ya te dejaré una opinión más elaborada y procesada!
Me ha encantado el artículo por como has planteado el tema y como te has explicado. Comparto contigo la total convicción de que los gomets (ni premios, ni refuerzo positivo o como queramos llamarle para que quede mejor) No enseñan nada. Felicidades por la repercusión que ha tenido, seguro que muchos docentes, madres y padres han reflexionado gracias a ello.
un saludo. Nuria.
Se señala al comienzo del artículo «…pero la palabra en sí no existe (mal empezamos si es un elemento que queremos usar en educación)». Pues bien, esta forma de recompensar NO viene de B.F. Skinner quien, por otra parte, nunca destacó por trabajar con perros o ratas, aunque sí con palomas. Así que, efectivamente, mal empezamos. Y para finalizar, el problema no está en las herramientas, sino en quién y cómo las utiliza: he visto gente utilizar una llave inglesa, e incluso un destornillador, para clavar un clavo.
En catalán podemos encontrar la palabra “gomet” tanto en el Gran diccionari de la llengua catalana de l’Eciclopèdia Catalana como en el Termcat (http://www.diccionari.cat/lexicx.jsp?GECART=0070571 – http://www.termcat.cat/ca/Cercaterm), aunque no aparece en el Diccionari de la llengua catalana de l’IEC, al menos haceindo referencia a los gomets-pegatinas (http://dlc.iec.cat/results.asp).
Me ha encantado el post!Me ha entristecido al comprobar hoy al recoger a mi hija en el cole ( empezó este año y es de las pequeñas de clase) cómo las mesas están llenas de los dichosos gomets. Le pregunté a mi hija y a ella le dan rojos…me dan ganas de mandarle este post pero voy a recurrir a la frase que se ha dicho toda la vida » No quiero que le cojan manía».
Quería hacerte una consulta haciendo refencia a un comentario que me hizo su profesora asociando los gomets al refuerzo positivo. Es posible que haya una confusión de conceptos?Muchas gracias y un saludo, Ana.
Hola Ana, muchas gracias por tu comentario. En mi opinión no todo lo que se engloba dentro de «refuerzo positivo» lo es y un gomet, si lo fuere, sería en todo caso un refuerzo positivo externo… que ya sabemos que no sirve para mantener la motivación intrínseca que es la que refuerza el gusto por aprender cosas nuevas e investigar.
Como ya digo en el artículo sería mucho mejor no darlo, y enfocar la metodología a la motivación intrínseca y el refuerzo grupal.
muchas gracias!! soy maestra de preescolar y solía utilizar esta estrategia, pero luego de leer tu artículo me haz hecho reflexionar, realmente nunca lo vi desde esa perspectiva hasta hoy, lo importante es que nunca es tarde para cambiar, cuando uno tiene pasión por su labor, sabe que lo más importante son nuestros alumnos y haces lo que tengas que hacer para mejorar, gracias muchas gracias PD pondré tus recomendaciones donde las pueda ver a diario 😉 y sobre todo me enfocaré en la motivación intrínseca de mis alumnos.
En psicología se habla de la motivación intrínseca y extrínseca y la manera de aplicar esta estrategia es dar el reforzador material además del reforzador social, cuando la conducta se ha establecido se retira poco a poco el reforzador físico y se continúa con el social.
Probablemente el error está en que no se aplica correctamente la técnica y después se generaliza diciendo que no funciona
Hola Javi estoy alucinada…
El maestro d mi hija (1°primaria), nos ha instaurado Clasdojo. Estaba buscando opiniones en la red y he dado con tu articulo…brutal.
No me gusta nada la app… x todo lo q tu comentas… no quiero una educacion basada en la competitividad, sino en el respeto y la motivación.
En breve ire a hablar con el profe. Le enseñaré tu articulo y otro q he encontrado…aunq me ha costado, ya q la mayoria d opiniones son posistivas…
¡¡Muchas gracias!!
Hola, yo lo utilizo mucho con mayores (adultos) para votar y priorizar sugerencias para trabajar en grupos. Les hago pensar sobre el problema que les he presentado y compartir sus ideas para solucionarlo en post-its que pegan en una tira larga de papel de estraza (con letra clara). Van anónimas. Cuando ya están todos los post-its pegados, los alumnos ponen pegatinas de estrellas o de cualquier forma o color (podemos definir códigos que vayan variando) en las ideas de otros que les gustan especialmente. Al final ejecutamos la idea, o ideas, más votada/s. Con esto trabajamos la creatividad, la capacidad de síntesis y la recompensa del grupo.
Buenos días Javier, he leído tu artículo y no puedo estar más de acuerdo en que el uso unicamente de reforzadores artificiales como las «fichas», en este caso hablas de los Gomets por su uso popularizado sea contraproducente para la educación del niño, o mejor dicho ineficaz de cara a desarrollar una sensibilidad a las contingencias naturales (consecuencias que genera su conducta en el ambiente)
impidiendoles aprender a funcionar de forma autónoma.
Si bien este sistema se a pervertido precisamente por desconocimiento de la teoría que mencionas en tu artículo (Conductismo) y al tipo de aprendizaje en concreto (Condicionamiento Operante). Se ha utilizado la «forma» de aplicarlo sin entender «para qué» se esta aplicando. Me parecería igual de ridículo culpar a Newton por no encestar una canasta tirando de espaldas, y achacarlo a que las leyes de la física no «sirven», que decir que las leyes de aprendizaje o los procesos de refuerzo de la conducta no funcionan cuando los estoy aplicando sin entender la función que tienen.
Todo lo que propones abajo en su mayoría son refuerzos. De tipo social o invitas al profesor a que sea sensible a que es reforzante para cada niño. Que les enseñe a disfrutar del componente reforzante de las propias tareas y no puedo estar más de acuerdo. Pero en ocasiones la curva de aprendizaje es complicada y se puede beneficiar de un inicio con refuerzos arbitrarios como «Gomets» que posteriormente se pueden intercambiar por ejemplo por puntos para realizar dinámicas de clase etc y ya iremos retirando ese refuerzo artificial a la par que las ayudas de forma progresiva cuando se halla adquirido cierta pericia en la tarea.
Te invitaría a leer un libro estupendo de modificación de conducta de Martin y Pear donde explica todo esto de una forma útil y muy dirigida a los profes.
Espero no haber sido muy pesado.
Un saludo y gracias por preocuparte por la educación
Hola Jorge, muchas gracias por tu comentario tan respetuoso y lleno de contenido. El libro que comentas es «Modificacion de Conducta – Que Es y Como Aplicarla» ? si es así no lo he leído pero voy a buscarlo porque me interesa mucho el tema… aunque acabo de ver que está a 125€ el ejemplar en español! 😮 debe estar descatalogado, pero lo he encontrado en inglés a buen precio 🙂
Por otro lado yo lo que he visto, en escuelas libres, escuelas democráticas y otros sistemas, es que la conexión entre docente-alumno es tan íntegra, que se les conoce tan a fondo que no son necesarios.
Yo en mi propia, y limitada, práctica docente en primaria lo que hacía era crear relaciones de afecto, confianza y respeto para que todo lo que no fuera dar el máximo por su parte comprendieran que era algo que me ponía triste a mí… por tanto la motivación se vuelve en algo humano y personal, que nada tiene que ver con comparaciones ó elementos externos. A mi me iba genial y además me parece la forma más natural de hacerlo.