El orden de las prioridades en educación sí altera el producto…

Ayer se estuvo hablando mucho del sistema educativo finlandés y en un programa de televisión se dieron algunos datos algo equivocados, pero de lo que quiero hablar hoy es de algo sustancial que se da en otros sistemas educativos y no es otro que la diferencia de enfoque.

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¿Cómo podemos explicar que en Finlandia 2 de cada 1000 alumnos fracasen en sus estudios mientras que en españa lo hagan 320 de cada 1000? Dicho de otra forma… 3 de cada 10 niños en España fracasa en sus estudios. ¿De verdad no merece un cambio de planteamiento?

Se han revisado las leyes educativas, si, cada nuevo partido político que llega al poder impone una ley nueva, ya llevamos 8. Pero ¿qué es lo que cambian?

Si echamos un vistazo a los cambios en el currículo sabemos que se limitan únicamente a cambiar el «Qué» enseñar y cómo se evaluará ese aprendizaje.

Pero si no tenemos en cuenta las causas que provocan el fracaso escolar, sin analizar el por qué de los resultados académicos y emitir un diagnóstico no podremos aplicar nunca la medicina adecuada.

Y echando un vistazo a España parece claro que no son sólo los resultados académicos lo que necesita un cambio de planteamiento, si tenemos en cuenta la calidad de vida en cuanto a la convivencia ciudadana, las relaciones laborales y personales, la capacidad para resolver problemas, la conciliación laboral y familiar… estamos a años luz de otros países y la base de todo ello está en el enfoque que le demos a la vida y por tanto a la educación.

Pero ¿qué es lo que diferencia la educación de estos países de la nuestra? ¿Por qué es tan diferente el comportamiento y la capacidad de resolver problemas de un niño que ha asistido a una escuela waldorf, montessori, finlandesa, sueca… frente a otro que haya asistido a una escuela pública o privada del sistema educativo español? Pues, en mi opinión, por el enfoque.

«El bien común es más importante que el bien personal»

Esta frase se repite mucho en el sistema educativo Finlandés, y en realidad en cualquiera que de más importancia a la educación holística de la persona, educación integral y en valores frente a la académica.

Desde el punto de vista metodológico esta frase la podríamos traducir en Educación Colaborativa vs. Educación Competitiva. 

Y para explicar un poco mejor el trasfondo de cómo se estructura todo esto voy a utilizar este «círculo de prioridades»,sobre una idea de Simon Sinek sobre las grandes compañías.

Círculo de enfoque

 ¿Por qué?, ¿cómo? y ¿qué?

Si echamos un vistazo a las compañías que están triunfando hoy en día, a los verdaderos líderes del s.XXI, los que inspiran mientras otros no lo hacen podremos ver muy claramente que  los factores son muy similares tanto para una organización como para un individuo.

Cada persona, cada compañía, cada sistema o movimiento educativo sabe lo que hace totalmente, al 100%. (El qué)

Algunas personas ó sistemas saben y le dan importancia al cómo lo hacen, pero muy poca gente y casi ninguna organización sabe por qué hacen lo que hacen.  Y no me refiero a «ganar dinero», «vender el producto»  o «formar personas útiles»… eso es un resultado.

Con «¿por qué?» me refiero a ¿cual es el propósito? ¿cuál es la causa? ¿en qué creen? ¿cuál es la razón para levantarse cada mañana? ¿cual es su ideal? y ¿por qué debería importarle a alguien?

En España el sistema está estructurado desde afuera del círculo hacia dentro… y vale, parece lógico, sabemos el qué, buscamos un cómo y nos centramos en el resultado para justificar el por qué.

Pero resulta que los sistemas punteros, las compañías y las personas que de verdad tienen éxito y son felices lo hacen al revés… de dentro hacia afuera.

Si nos centramos en nuestro ideal, en lo deseable por utópico que parezca… aquello que de verdad queremos conseguir de cada persona y le damos toda la importancia al cómo… podremos dejar que el qué (los contenidos, la curiosidad por aprender, sus capacidades innatas…) salga de la propia persona, y el resultado será siempre espectacular.

¿Por qué en las escuelas waldorf hablan tan bajito? ¿Por qué las paredes tienen esos colores? ¿Por qué no se utiliza plástico y sólo juguetes naturales y hechos por sus padres? ¿Por qué en Finlandia no van a la escuela hasta los 7 años? ¿Por qué en los sistemas educativos punteros los niños no aprenden a leer o conceptos abstractos hasta los 7 años?

Porque le dan importancia al cómo, a cómo hacen las cosas y por qué las hacen… olvidando casi totalmente cuántas hace.

Nadie se queda fuera del sistema, porque viven su propia educación. Pero para eso hay que cambiar el enfoque.

En España si nos fijamos en los centros de Infantil… ¿qué se llevan los niños a casa? ¿qué acumulan? montañas de fichas realizadas sin sentido durante horas y horas sentados en sillas cuando cualquier asignatura del magisterio que se estudia en España te dirá que los niños necesitan moverse para desarrollarse y no estar sentados 5 horas realizando fichas para que sus padres puedan seguir comparándoles con el resto y presumiendo del «Qué» sin saber el «por qué» y sin preocuparse ni dar la importancia que merece al cómo.

Afortunadamente cada vez son más los padres, educadores y docentes que se han dado cuenta de que el sistema educativo español es totalmente ilógico, no responde a procesos naturales de aprendizaje y sigue paradigmas que fueron creados en la época de la revolución industrial pero que nada tienen que ver con la sociedad de hoy en día y mucho menos de la del mañana.

¿Habrá solución a esto?

En un próximo post explicaré más detalladamente cómo algunas pedagogías dan esta importancia al cómo.

Os dejo una analogía de Simon Sinek sobre esta idea tomando como base a la compañía Apple, en la que se ve muy claro el cambio de este enfoque referido a la empresa y a nuestra forma de pensar y el cómo eso te motiva para seguir adelante con tu educación, realizar una acción o comprar un producto.

 

Analogía con Apple from javi quilez on Vimeo.

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