Hablar en público

Tengo que reconocer que no me gusta nada hablar en público, no se me da bien y este mes, y el próximo, me toca hacerlo prácticamente todos los días, a público tanto infantil como adulto.

Empezando por el tema de que tengo la mitad de capacidad pulmonar que la media de un adulto (aunque tengo 2 pulmones, pero pequeños 😛 ) me cuesta bastante respirar y hablar un largo rato…

A esta dificultad se añade lo de siempre… timidez y otros factores… luego la única arma fuerte con la que puedo contar es conocer a fondo el tema.

Dejando todo esto a un lado hay que reconocer que hablar en público nos aporta lo siguiente:

  • Te ayuda a sacar lo mejor de ti mismo en casa ocasión.
  • Te vuelves más atento a la vida en busca de fuentes de inspiración, aprendes a abrir todos tus sentidos, a apreciar las pequeñas cosas, a encontrar valor en lo aparentemente intrascendente.
  • Llegas a la esencia de las cosas, valoras las experiencias por encima de los objetos, disfrutas de lo práctico por encima de lo ostentoso, te fijas en lo que son las personas más que en lo que hacen.
  • Compartes experiencias auténticas, vas aprendiendo a ser tú mismo, sin máscaras.
  • Aportas valor; de hacer presentaciones en eventos pasas a hacer presentes en tu vida.
  • Ganas confianza y seguridad en ti mismo, te sientes más inclinado a abandonar tu zona de confort y seguir creciendo.

Lo que me hizo feliz esta semana

Una niña a la que acababa de conocer, a los 5 minutos llegó y me dio un abrazo

Enrique, teniendo a más gente a su alrededor, vino hasta la otra punta que estaba yo para que le limpiara los mocos.

Entrar en un aula y que los niños empiecen a gritar «Javi! Javi!» y tengas que decirles shhhh y que atendieran a su maestra…

Ana Batres me quiso invitar a cenar (en un McDonald’s eso sí, pero lo que cuenta es el gesto).

Descubrí que en la escuela de formación de Aragón los alumnos usan 2 de mis «diseños» por llamarlos de alguna manera 🙂

Una conversación alentadora de las que motivan para seguir adelante y cambiar las cosas.

La lluvia en el cristal (por fín!)

Niños que te saludan por la calle efusivamente a voz en grito y el contrapunto de vecinos adultos que ni te miran a la cara ni te saludan

Durante media hora estuve lo suficientemente inspirado como para hacer una canción para el Festival, lástima que no llegué ni al estribillo.

 

El placer de servir

Este fin de semana Santiago Matas nos deleitó con esta poesía de Gabriela Mistral.

 

Toda naturaleza es un anhelo de servicio.

Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.

Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú;

Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú;

Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.

Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los

corazones y las dificultades del problema.

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Acaban de emocionarme

Me ha llegado una carta urgente y yo pensando «será una multa!! ¡¡me van a dejar temblando!!…  y así ha sido, temblando y llorando, pero no era una multa…

De verdad que cuando te llega «algo así», ya sea en forma de sonrisa de un lobato o de un padre agradecido… le da sentido a lo que hacemos y a por qué dedicamos buena parte de nuestras vidas aportando nuestro granito de arena en esto en lo que creemos. Piensas «esto funciona«…

En esta ocasión ha resultado ser el bueno de Juan Manuel López Ballesteros…me cuenta que los scouters de su grupo renovaron su promesa, algunos la hicieron por primera vez, y al hacerla recibieron, además de la pañoleta,  una tarjeta como esta con lo que hice la otra noche, de verdad… para pasar el rato, no pensé que hubiese demanda… como siempre lo hice «para mí y para quien quiera» .

Y no sé… pero que me cuente que ahora todos llevan una tarjeta como ésta encima para que no se les olvide aquello que en su día prometieron… ha sido una gran palmadita en la espalda, que no me esperaba y que la verdad…me viene muy bien y se lo quería agradecer desde aquí.

GRACIAS 🙂

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