Confiar para llegar más lejos.
Por eso el mejor método educativo es aquél que se basa en la confianza en lugar de en la desconfianza, ya que si confiamos en ellos y se lo demostramos con un vínculo emocional verdadero tendrán menos ganas de decepcionarnos y de decepcionarse a ellos mismos.
Pero para tener suficientes oportunidades educativas todo el ecosistema (adultos, docentes, compañeros) y la metodología escogida deben contemplarlo desde la base, incluirlo en la rutina diaria y reconocerlo tanto individual como grupalmente.