Cualquier tiempo pasado…contó.
El pasado fin de semana estuve impartiendo el módulo de Programación Educativa Scout I que tiene por fin que los alumnos conozcan los distintos niveles de concreción del sistema de programas y también el por qué y el cómo de su implantación y adaptación en cada uno de ellos.
Este módulo, después de que lo montásemos hace unos años mi querido Juan Valls y yo y con geniales aportaciones de Javi Argente, Ana Mocholí y otros, se combina ahora con el de técnicas y recursos de animación para intercalar sesiones «más densas» con otras mas distendidas y así poner en práctica la metodología scout en el propio curso.
En un momento dado, y a raíz de la pregunta de una alumna, se me ocurrió realizar la siguiente imagen que resume la cantidad de tiempo que un educando pasa realizando actividades scouts suponiendo que asista a todas ellas.
40 días completos al año es un tiempo considerable y que influye de manera obligada en la educación y en la vida de una persona y de las que les rodean.
¿Por qué menciono esto?
El trabajo educativo que realizan los educadores scouts (scouters) es voluntario y cuando una persona dedica 10 o más horas semanales entre reuniones, programaciones, evaluaciones de la progresión personal, búsqueda de actividades, logística…, a algo por lo que no recibe ninguna retribución salvo la propia satisfacción de hacer las cosas bien le gusta que lo que haga FUNCIONE y que los niños, a los que dedicamos buena parte de nuestras vida y las de las personas que nos rodean, saquen el máximo beneficio de nuestra acción.
¿Cómo conseguimos esto?
Pues haciendo un análisis de la realidad cada cierto tiempo, estableciendo objetivos, programando acciones, métodos, estrategias e indicadores de evaluación y volviendo a empezar nuevamente.
Muchas veces no somos conscientes del cambio que producimos en los demás con nuestras acciones, pero todo influye y en determinadas edades los niños son verdaderas esponjas que van absorbiendo todo lo que ven y viven para formar su escala de valores.
Yo soy quien soy hoy por todo el tiempo que me dedicaron mi madre, mis scouters y los adultos que tuve a mi alrededor en la infancia. Su forma de ser, lo que en su día me enseñaron y todo lo que decidieron debía hacer yo y el grupo de chavales con los que conviví de una u otra manera calaron en mí en muchos niveles y de hecho hoy estoy escribiendo esto que estás leyendo también gracias a ellos.
¿Es tan importante?
La finalidad del escultismo es «formar personas útiles para la sociedad del mañana», así que, si lo pensamos, un niño que entre hoy en nuestros grupos scouts en la sección de castores estará acabando su etapa formativa en el año 2029, así que…
…como no tenemos ni idea de cómo será la sociedad de entonces por eso es tan importante actualizar constantemente tanto nuestros programas educativos como la metodología que empleamos para no quedarnos atrás y saber dar respuesta a las necesidades de los niños de hoy para que puedan ser la mejor versión de sí mismosmañana y tener así un mundo mejor.
En este curso un alumno me preguntó «si yo era el famoso javi quilez que tenía videos explicando todo lo que hacía falta para ser scouter» y la verdad me sorprendió, porque hubiera sido una gran idea hacerlo pero nada más lejos de la realidad, únicamente hice algunos videos que sentí debía hacer en cada momento pero sí que es verdad que sobre este tema sí tenía un video, fatalmente locutado por cierto:
Por tanto, y como dirían en Spiderman, una gran cantidad de tiempo y de posibilidad de crear cambio en los demás conlleva una gran responsabilidad, si lo tenemos presente seguro que lo haremos aún mejor.
Me ha encantado que «Yo soy quien soy hoy por todo el tiempo que me dedicaron mi madre, mis scouters y los adultos que tuve a mi alrededor en la infancia». A veces no nos damos cuenta de la importancia de nuestros actos sobre los más pequeños durante su infancia.
Interesante labor la de educador scout.
Un saludo,
Mariví García