¿Con quién te quedas?
Digan lo que digan al final somos seres sociales y el “puedo solo” muchas veces es una mentira autoimpuesta, necesitamos a los demás.
Ahora bien, hay que elegir muy bien con qué tipo de personas y con qué tipo de relaciones queremos nutrir (ó malnutrir) nuestra vida.
No elegir bien, o ni siquiera elegir (relaciones que vienen impuestas) es uno de los mayores dramas de vivir en sociedad.
El año pasado comprobé una vez más que trabajar con personas con las que no compartes misión ni valores acarrea muchos problemas y pérdida de energía.
Porque no todos estamos aquí ni para lo mismo ni de la misma manera.
Me quedo con la gente coherente que siente, piensa, dice y actúa en la misma dirección. Es gente que no abunda, pero si das con ellos son oro puro.
¡¡No los dejéis escapar insensatos!!
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