Cambiar el sistema de evaluación

El sistema de evaluación competitiva, que se aplica en el sistema educativo español, genera, por lo general, personas egoístas cuyo único objetivo es la consecución del bienestar personal a cualquier precio y no la educación de los niños para vivir como personas solidarias en la sociedad. (hacer trampas, tener más y más, compararse con el resto, destacar…

¿os suena de verlo en las noticias en unos señores que llamamos «corruptos»?

Pues seguramente sea producto del sistema educativo que tenemos y eso hay que cambiarlo.

No es colaboración...es competición
No es superación personal…es superar a otros para ganar en la comparativa (desde los 3 años).
No es aprendizaje…es aprobar.
No es «Hoy soy mejor que ayer» es… «hoy soy mejor que ese«.

Por eso los que no les gusta competir, los que no aprueban pero disfrutan aprendiendo, los que se superan a sí mismos pero no destacan en su grupo ni llegan en la forma y el tiempo establecido… abandonan.

Y en España eso lo hacen 4 de cada 10 alumnos.

Y eso hay que cambiarlo.