Tengo la suerte de trabajar en equipos multimodales e internacionales desde 2005 y cuando nos dividimos tareas y dejamos espacio para la creatividad de cada uno, salen cosas bonitas.
Entonces llega el momento de compartirlo con el resto para hacerlo mejor, con la ayuda de todos y del conocimiento colectivo.
Este fue uno de esos momentos, cuando les presenté mi idea de un juego, ideado durante el confinamiento, al resto del consorcio:
Esta fotografía la tomé en 2013 en Bulgaria, en una formación que afianzó muchas de mis creencias y dada por los mejores formadores de Europa. Al año siguiente comencé a trabajar con ellos 🙂
¿Eliges?
Piénsalo por un momento.
Cada persona que forma parte de tu vida, en algún momento no fue más que un extraño para tí. No sabías nada de esa persona y seguramente las primeras conversaciones que mantuviste dieron pie a muchas otras.
Otras veces ocurre de diferente manera, nos conocemos por algo fortuito y eso da pie a otros encuentros, colaboraciones…
¿Pero qué hace que esa persona llegue a formar parte de nuestras vidas? ¿Lo elegimos nosotros? ¿lo elige el destino?
Personalmente creo que es muy importante ELEGIR con qué personas nos relacionamos, he tenido la oportunidad de conocer a muchísima gente de toda Europa, y de otros países, y por supuesto los valores, los intereses y la forma de ver la vida son diferentes pero yo siempre he creído que «LOS BUENOS NOS ACABAMOS JUNTANDO» y por «BUENOS» me refiero a aquellos quienes te gustaría que te ayudaran a crecer, y en realidad así ha sido siempre, algunas personas tenemos una sensibilidad especial por ciertos temas y eso hace que la conexión surja enseguida. Son esos momentos en que sientes que todos a tu alrededor te entienden, que estás con tu tribu.
La situación contraria es la que se describe en el libro «Rodeado de idiotas»…cuando sientes que nadie a tu alrededor te entiende o qué tienes poco que ver con esas personas.
Todos somos diferentes y aunque necesitamos de los contrastes y de la diversidad para crecer y comprender el mundo también es cierto que necesitamos sentirnos entendidos para seguir dando pasos en la buena dirección.
En los últimos años cuando participo en dinámicas de grupo me he tomado como un reto acercarme a la persona con la que no haya intercambiado una palabra o aquella con la que he sentido que no tenía nada en común y el 100% de las veces me he llevado una grata sorpresa. Las creencias, nuevamente, nos limitan mucho, y hay que APRENDER a desterrar las que no nos ayudan.
Yo siempre elijo con quién me relaciono y con quién dedico mi tiempo, mucha gente nunca lo hace, quizá fueron introducidos en un grupo de amigos hace décadas ó en una familia y por inercia y miedos siguen en él aunque sepan que no les lleva a ningún lado.
En la educación no formal llevamos décadas trabajando por competencias y la manera en la que hacemos seguimiento de nuestra progresión personal es mediante la autoevaluación, a veces apoyada con un «reflection body» con quien podemos llegar más lejos en nuestro aprendizaje.
En este video explican cómo lo hacemos normalmente:
Recientemente se ha publicado esta herramienta online sobre las competencias que permite hacerlo de manera online y que quede registrado.
Hace 14 años que conocí a Sir Ken Robinson gracias a su famosa charla TED sobre cómo las escuelas matan la creatividad.
Fueron los 18 minutos mejor invertidos en probablemente todos mis años de estudio.
Para los apasionados de la educación como yo, Ken Robinson supo poner en palabras, y utilizando su peculiar uso del humor lo que muchos habíamos ido descubriendo y sintiendo tras el paso por el sistema educativo.
Todo lo que sentimos que no encajaba, que no tenía sentido, esa sensación de impotencia al ver cómo se desperdiciaba el talento él la había estudiado y documentado.
14 años en los que ha inspirado el trabajo en Educación y en Educación No Formal de muchos.
Desde entonces me convertí en fan incondicional suyo, me compré todos sus libros y su trabajo inspiró cursos que he dado, reflexiones diarias, investigaciones, discusiones, videos y prácticamente todo lo que he hecho.
Sigo pensando que su libro «El elemento» debería ser obligatorio para toda persona que quiera dedicarse a la educación.
GRACIAS Maestro por inspirarnos tanto y de una forma tan humana e increíblemente genial.
Si aún no tuviste oportunidad de ver su video, insisto… los 18 minutos mejor invertidos:
El proceso de crear este juego educativo entre varios países sin la posibilidad de probarlos cara a cara ni con los jóvenes está siendo un reto pero al mismo tiempo muy motivante.
Tras varios intentos y un esfuerzo enorme creando 3 versiones previas de juegos, decidí crear mi idea y este video reúne algunas imágenes del día que lo presenté a un pequeño grupo de educadores y lo probamos online.
Decidí montar la versión online utilizando un tablero de Miro por la sencillez y la posibilidad de interactuar todos al mismo tiempo.
Tras esta presentación un montón de geniales ideas surgieron de los miembros del equipo y el prototipo final estará disponible para ser probada con jóvenes muy pronto.
Soy un gran fan del silencio.
El silencio es un regalo que nos ayuda a ser mejores y a conectar con nuestra verdad más íntima.
Esta foto la hice volviendo de Madrid en uno de esos lugares que te invitan a detenerte y a escuchar el silencio.
Mi querido alumno P. jugando a «El indio ciego» donde escuchar a los demás, el respeto y la paciencia se ponen a prueba.
Actualmente estoy trabajando en un proyecto europeo sobre educación en valores entre varios países y si comparamos la “respuesta a la pandemia” de los países cuyos sistemas educativos ensalzan unos valores u otros se dan algunas conclusiones interesantes. Y no me refiero a la respuesta política, sino a la de los ciudadanos.
Ya era necesario antes pero esta tragedia ha puesto de manifiesto que tenemos que educar para un mundo en el que vamos a tener que ayudarnos entre todos, en el que las prioridades ya han cambiado y en el que los lujos superfluos volverán a ser eso: lujos superfluos (y eso es bueno).
Un mundo en el que una sociedad acostumbrada a ayudarse mutuamente, y a cuidar al vecino del 5º, será más feliz y estará preparada para cualquier situación.
Llevamos años viendo programas educativos totalmente alejados del ser humano y donde valores como el aprecio, el cuidado, la compasión, la colaboración, la comunidad, el compromiso, la determinación, la empatía, la igualdad, la equidad, la imparcialidad, la generosidad, la gratitud, la honestidad, la humildad, la inclusión, la integridad, el trabajo significativo, el compañerismo, la responsabilidad, el respeto, el servicio, la solidaridad, la vulnerabilidad… han pasado a un segundo plano mientras se refuerzan corrientes que refuerzan el individualismo “cuidate tú, quiérete, lo primero eres tú, céntrate en ti”… y claro, eso crea confusión en muchos niños pero en adultos también.
Los que hemos estado media vida en el mundo del voluntariado sabemos que la mejor forma de ayudarte es ayudar a los demás.
Muchos de estos en España ni siquiera los consideramos “valores” mientras tenemos países como Finlandia en el que tienen 16 palabras diferentes para referirse a un único valor.
Si nos fijamos en los niños, son seres justos, son los primeros en querer combatir las injusticias y en compartir lo que tienen. Es el mundo adulto y el sistema educativo lo que los aleja de esa forma de ser.
Así que esto puede ser una gran oportunidad para replantearse todo.
Nadie tiene los valores tan claros como los niños, solamente hay que escucharles tras plantearles un problema, sin intervenir, y salen cosas como esta:
“Hay problema con los ratios y las aulas”… ¿y por qué tienen que estar en un aula?
«Con tanta norma de higiene no va a dar tiempo a lo demás»… ¿qué hay más importante que aprender a vivir?
etc, etc…
¿Cómo podemos hacer todo eso? pues permitiéndoles ser y prestando atención.
Llevo desde 2002 trabajando con maestros, educadores y voluntarios de ONG’s de toda Europa y a menudo nos encontramos con situaciones en las que echamos en falta una herramienta educativa que nos permita avanzar en un determinado campo (resolución de conflictos, desarrollo personal, comunicación, discriminación…).
Es en ese momento en el que formamos un equipo de expertos, nos reunimos y decidimos diseñar esa herramienta, que no existe en el mercado.
Entonces comienza un proceso de análisis de necesidades locales (para poder hacerlo útil a los distintos países) de lluvia de ideas y diseño de los primeros prototipos.
Una vez los tenemos comienza el período de pruebas y evaluaciones continuas en cada país, que volcamos en documentos y comentamos cada semana mediante reuniones de skype.
Varios meses, ó años, después damos por fin con una herramienta educativa pulida y que, de manera lúdica, nos permite un trabajo más profundo en nuestra labor educativa.
A eso me dedico, entre otras cosas, lo hago con la mejor gente posible, y me encanta
La mejor parte viene años después cuando sabes que ha sido usada por más de 100.000 participantes y puede que hayas contribuido un poquito a mejorar sus vidas y el mundo.
Estoy muy agradecido por poder formar parte de esto y aportar mi granito de arena trabajando con gente a la que admiro y quiero 🙂
Reuniones online – Covid
Manual metodológico 8-11 años
BBGames Legacy team
Disco Grupo Scout Hesperia
Manual Escape Rooms Educativas Cambio Climático
Un manual de actividades sobre Salud Mental para adolescentes y adultos
Reunión en Croacia
Investigación de Entornos Creativos de Aprendizaje
Juego Speaker's corner
Manual Escape Rooms Educativas
Tarjetas Juego Ed. Valores
Gira2 – El juego de la salud
Juego Ed. Financiera
Amazing Island – Un juego de mesa sobre Identidad y Salud Mental
Ante la tragedia humana que estamos viviendo la primera reacción es sentir tristeza y después indignación… pero tenemos que ser pro activos e intentar colaborar.
El día 11 de marzo se me ocurrió hacer esta imagen, que posteriormente me pidieron hacerla en Inglés, en Macedonio y Albanés y se hizo viral en esos países.
Lo pasé por todas las redes y mucha gente la compartió, la mayoría de veces cortando mi nombre, que estaba abajo a la derecha, pero bueno eso era lo de menos… lo que importa era que llegase el mensaje.
Pues bien, aún en estos momentos me encuentro con gente que opina de diferente manera, es capaz de justificar lo injustificable sin usar la razón ni la lógica y me acusan de no hacer nada constructivo.
Llega una edad en que uno tiene que elegir con quién va a emplear su escaso tiempo libre y su energía y desde luego no emplearlo en gente incapaz de razonar y que lleva toda discusión a un enfrentamiento dialéctico sin sentido y con ataques personales y argumentaciones ad hominem que no vienen al caso.
Mi más sincero pésame a todas las familias que están padeciendo, yo llevo ya 4 familiares de amigos de Madrid, un monitor mío, el padre de una amiga y la hermana de otra. Muy triste todo.
Pero hay que seguir extremando precauciones por los que nos necesitan.
El otro día y tras haber tenido el día anterior un debate intenso sobre la curiosidad innata y cómo perdemos la conexión con ella, se me ocurrió empezar la sesión del seminario con un ejercicio muy simple y divertido que podemos realizar en cualquier parte:
Cogí 1 objeto de material de papelería (no había otra cosa) para cada participante y lo coloqué en una silla formando un pasillo.
El ejercicio era bien simple: los participantes debían ponerse detrás de una silla, de modo que tendrían a una persona enfrente y 2 objetos entre medias. Tendrían 10 segundos para convencer a la otra persona de un uso alternativo y divertido para ese objeto. A los 20 segundos rotaban hacia la izquierda.
Salió bastante divertido y Dani aprovechó para grabarlo y hoy lo he editado: